Al reconocer que
año a año, los resultados de las contralorías en el país, la general y las
territoriales no responden a las expectativas de los colombianos frente a la
lucha contra la corrupción, urge que una vez elegido el nuevo contralor general
de la República lidere los cambios que fortalezcan el control fiscal en todos
los niveles.
Con esta reflexión el
panel: “Necesidad de una política pública del control fiscal en Colombia"
en desarrollo del foro "El futuro del control fiscal en Colombia",
convocado por la Auditoría general de la República, el contralor de
Cundinamarca, Ricardo López Arévalo planteó que la reforma debe restablecer las
facultades preventivas para no seguir siendo “notarios” de la afectación
del erario; garantizar la autonomía administrativa y presupuestal de las
contralorías territoriales y que el procedimiento se ajuste a los tiempos
reales.
Así mismo, López
Arévalo aseguró que los corruptos en el país son los únicos que están
aprovechando por la desarticulación institucional que se ha presentado en los
últimos tiempos, ya que no existió voluntad para darle solución a la crisis del
control fiscal a nivel nacional y territorial.
Destacó que es la
primera vez, que con el liderazgo de la Auditoria General de la República se
coordinó en los planes de auditoría temas sensibles para los colombianos, tales
como el Plan de Alimentación Escolar, entre otros, y los resultados son el
insumo para que los demás organismos de vigilancia adelanten las respectivas
investigaciones.
“El control fiscal
debe estar presente en las regiones del país, centralizarlo es acabar con la
institucionalidad”, puntualizó, al tiempo que destacó la importancia de
convocar a todos los sectores que concreten un proyecto de ley para ser
presentado al congreso con las herramientas necesarias para un control fiscal
fortalecido y eficaz, en beneficio del patrimonio público.