La Contraloría de Cundinamarca dio a conocer un avance del capítulo dedicado al asbesto dentro del Informe Anual del Estado de los Recursos Naturales y del Ambiente – Vigencia 2024, que será publicado a finales del mes diciembre. Este apartado revela la persistencia de estructuras, tanques y elementos fabricados con asbesto en distintas provincias del departamento, pese a la prohibición nacional establecida por la Ley 1968 de 2019.
Los datos analizados evidencian una distribución desigual de los pasivos ambientales asociados al asbesto, situación que representa riesgos sanitarios, ambientales y sociales de largo plazo.
Principales datos identificados en Cundinamarca
El análisis muestra alertas relevantes: La provincia del Guavio concentra la mayor superficie identificada en el análisis, con 690.560,75 m², una cifra muy superior al resto del departamento.
Sumapaz es la provincia con mayor número de canales registrados, superando las 2.700 estructuras. Le siguen Ubaté, Gualivá y Almeidas, todas con más de 2.000 canales.
Alto Magdalena y Soacha no registran canales, lo que podría explicarse por ausencia de reportes o menor representatividad hídrica en la zona.
Las provincias de Ubaté, Rionegro, Tequendama y Bajo Magdalena concentran el mayor número de tanques elaborados con asbesto, lo que implica una exposición histórica mayor y una vulnerabilidad sanitaria significativa.
Estas cifras permiten comprender la magnitud del desafío: aún existen infraestructuras antiguas —especialmente en zonas rurales— que contienen elementos fabricados con asbesto y que requieren una intervención prioritaria para proteger la salud pública.
Porqué preocupa el asbesto
El asbesto fue prohibido en Colombia mediante la Ley 1968 de 2019 y reglamentado por el Decreto 402 de 2021, debido a su comprobado impacto en la salud. Este material, usado durante décadas en cubiertas, tuberías, tanques y estructuras de fibrocemento, libera fibras microscópicas que pueden permanecer en el ambiente durante años.
La exposición prolongada está asociada con enfermedades graves como:
- asbestosis
- cáncer de pulmón
- mesotelioma
Estas patologías pueden aparecer incluso décadas después del contacto inicial. Uno de los casos más emblemáticos del país es Sibaté, en donde la exposición ambiental generó afectaciones profundas en la salud de varias familias, especialmente a la periodista Ana Cecilia Niño, quien pasó su infancia en un barrio que estaba rellenado con escombros que botaba una fábrica cercana.
En términos ambientales, las fibras de asbesto también alteran la calidad del aire, contaminan el suelo y pueden infiltrarse en fuentes de agua, afectando ecosistemas completos.
Qué mostró el análisis
Pese a los avances normativos, la transición hacia la eliminación total del asbesto avanza con rezagos en el territorio. Varias provincias mantienen estructuras antiguas, falta información actualizada y deben fortalecerse los planes de manejo, remediación y sustitución de materiales. Para lograrlo la Contraloría de Cundinamarca insiste:
- Mejorar la capacidad institucional para identificar y gestionar pasivos ambientales
- Fortalecer la articulación entre sectores de salud, ambiente, trabajo y planeación
- Garantizar financiamiento para sustituir tanques, cubiertas y tuberías con asbesto
- Promover educación ambiental y campañas de sensibilización para las comunidades
Como ente de control, la Contraloría continuará incorporando un enfoque de riesgo sanitario y ambiental en sus auditorías, verificando la correcta destinación de recursos para la sustitución de materiales peligrosos y la protección de las comunidades expuestas.
