Agencia UNAL- El distrito de riego de La Ramada, ubicado en la sabana de Bogotá, tiene más de 13.000 hectáreas, drena y depura el agua que llega de la cuenca occidental del río Bogotá, para luego regar cientos de cultivos de hortalizas, que son comercializadas en centrales de abastos del país.
En las aguas de ese distrito se hallaron hongos con un alto potencial para remover residuos de fármacos como la clindamicina, usada para tratar infecciones por bacterias en pulmones, piel y sangre, el Penicillium sp. eliminó a nivel de laboratorio hasta un 99,3 %, el hongo Sporothrix sp. consiguió remover un 95,5 %, y Rizhopus sp. disminuyó la cantidad en un 98,7 %. Para el caso de la claritromicina, usada para la neumonía o la bronquitis, Rizophus sp. eliminó el 97,8 % y el Trichoderma sp. un 96,3 %.
En cuanto a las bacterias coliformes, que en muchos casos provienen de la materia fecal, el resultado fue igual de eficaz. En estas aguas E. coli está presente en una concentración de alrededor de 589 unidades formadoras de colina en 100 mL, el hongo Trametes versicolor las redujo a 88, y Sporothrix sp. disminuyó su número a 246.
AgenciaUNAL181122-02 Entre las cepas con los mejores resultados estuvieron la Penicillium sp. y Sporothrix sp. Foto- Iván Vargas, estudiante de la Maestría en Biología de la UNAL |
Estos hallazgos fueron producto del trabajo de investigación realizado por Iván Camilo Vargas, estudiante de la Maestría en Biología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien aisló e identificó los hongos presentes en el distrito de riego de La Ramada, para luego, en laboratorio, evaluar su capacidad para remover antibióticos e inhibir el crecimiento de bacterias que pueden generar enfermedades.
Para remover sustancias del ambiente, los hongos tienen una serie de enzimas extracelulares –lacasas y peroxidasas–, que les otorgan la habilidad de transformar compuestos y descomponer una gran variedad de sustancias.
AgenciaUNAL181122-03 Estos residuos y bacterias afectan directamente el agua de los ríos de las ciudades. Foto- archivo Unimedios. |
“Los antibióticos se usan todos los días para tratar infecciones, son fáciles de conseguir y luego de que el cuerpo los expulsa, viajan a través del alcantarillado hasta ríos como el Bogotá, lo cual genera un problema de salud pública, ya que las bacterias, que en el caso del distrito de La Ramada exceden por mucho la norma, se están volviendo más resistentes a los fármacos, y ya no va a ser tan fácil tratarlas”, asegura el investigador.
Según el Decreto 1594 de 1984 la concentración permitida de esta bacteria en ríos debe ser de 5.000 unidades formadoras de colonia, sin embargo, en 2018 se encontró que en el río Bogotá hay alrededor de 2,9 millones de estos microorganismos, lo cual representa un gran reto que puede llegar a ser combatido por los hongos antes mencionados.
Cepas promisorias
AgenciaUNAL181122-04 Por medio de pruebas de laboratorio se identifican las bacterias presentes en el agua, cuando cambia la coloración se pueden identificar E. coli. Foto- archivo Unimedios. |
Para tratar este tipo de aguas contaminadas existen dos fases: en la primera se utiliza una malla para que, parecido a lo que sucedería con un colador, los residuos más grandes presentes en el agua queden allí atrapados; sin embargo, esto no es suficiente para remover los restos más pequeños, que en el caso de los tratamientos más comunes remueven entre un 50 y 60 % de sólidos suspendidos, por lo que se hace necesario utilizar alguna técnica secundaria o biológica para eliminar el porcentaje restante.
En las aguas de La Ramada se identificaron 20 cepas de hongos. Gracias a medios de cultivo (PDA) compuestos por nutrientes extraídos de papas, un azúcar llamado dextrosa y agar en polvo; se evaluó las que removían mejor los residuos, esto por medio de mezclas de 0,5 gramos de cada hongo, 10 mililitros de agua con clindamicina, claritromicina, y una solución de extracto de malta, cloruro de amonio y ácido tartárico.
“Se encontró que Penicillum sp., Sporothrix sp. y Rhizopus sp. tenían una mayor capacidad para eliminar los antibióticos en las aguas, por otro lado, se realizó una experimentación parecida con las bacterias, solo cambiaban algunos componentes del medio de cultivo, pero la efectividad encontrada era similar”, indica.
Señala que se necesitan planes piloto que permitan llevar a cabo a gran escala este tipo de proyectos, ya se sabe que los hongos son piezas importantes para limpiar el agua, pero este es un primer paso que debe llevar a que se profundice en esta problemática que les hace daño a los cultivos, y por ende a los alimentos.