Según organizaciones como la Asociación de Criadores de Caballos Criollos de Silla (Asdesilla) y la Federación Nacional Colombiana de Asociaciones Equinas (Fedequinas), cada año el caballo criollo colombiano mueve cerca de 5,4 billones de pesos en el país, y en 2018 aportó cerca del 0,64 % al PIB.
Una de las razas más vistosas y pedidas en Colombia es el caballo de paso fino, declarado como el más suave del mundo y cuya demanda internacional es alta, con Estados Unidos como el mayor comprador con el 85 %, mientras que Puerto Rico compra el 10 % y República Dominicana el 5 %.
Antioquia, Boyacá, Valle del Cauca y Cundinamarca son los departamentos con más caballos de paso fino, y fue precisamente en este último donde Astrid Lucía Paredes Cañón, magíster en Salud Animal de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), evaluó 23 yeguas criollas colombianas para analizar los niveles de la hormona a lo largo de la gestación, empezando desde el día 90.
Toma de muestras de sangre / extracción del suero de las muestras de sangre para analizar la presencia de la hormona en las yeguas. |
“En el país no se tenía ningún registro sobre los niveles de la DHEA en yeguas, lo cual es grave porque no se sabe a ciencia cierta cuál es el estado de salud durante la gestación de estas hembras, por lo que la evaluación en Cundinamarca es un punto de partida para que se tome consciencia sobre la problemática”, señala la magíster.
En las yeguas criollas colombianas el promedio de abortos relacionados con placentitis (inflamación de la placenta) y enfermedades como la leptospirosis o el herpesvirus es del 5 al 10 %, que en los últimos años también se han presentado en reses o cerdos y cuya incidencia se agudiza con los cambios climáticos y la contaminación de las aguas que beben estos animales.
Durante el seguimiento realizado se presenciaron 4 abortos por bajos niveles de la hormona: lo normal es que estén entre 2 y 10 nanogramos por mililitro, y en estas yeguas estaban en 1,3 a 1,8.
Cada año se exportan más de 200 caballos criollos colombianos a países como Estados Unidos, Puerto Rico y República Dominicana. Foto: Nicol Torres – Unimedios. |
Investigación pionera
El primer paso para determinar los niveles de la hormona fueron las pruebas de sangre de cada yegua, que antes tuvieron un examen clínico para saber si estaban en perfectas condiciones de salud gestacional y con las vacunas requeridas, lo cual hacía viable el estudio.
Se necesitan mejores controles y regulaciones para que no se produzcan abortos y las crías puedan nacer sin ningún problema. |
Además se realizaron ultrasonografías para ver cómo estaban los fetos y una evaluación detallada de la placenta y de la arteria uterina media.
“Estas alteraciones placentarias le impiden al feto crecer de buena manera, y las yeguas padecen de cólicos tan fuertes que las llevan al aborto; y aunque en este estudio la mortandad no fue tan alta, no sabemos qué está pasando en otras partes del país, en donde incluso es probable que no se tengan tantos controles como los de la empresa que evaluamos”, señala la investigadora.
Cada año se exportan cerca de 200 caballos criollos colombianos cuyos precios oscilan entre 200.000 y 700.000 dólares cuando se trata de yeguas con buenos resultados en pista durante exhibiciones y demás, o con un alto nivel genético para reproducción. La cifra llega incluso a 1 millón de dólares cuando son machos con un recorrido importante en pista, son campeones y tienen un alto valor genético, lo cual muestra las pérdidas económicas que se tendrían si los abortos aumentan.